Componer sin partitura. Tratar las grabaciones de campo como si fueran un instrumento, con sus tonalidades y densidades. Hacer un documental audiovisual que no sea narrativo… Todas estas frases, en apariencia contradictorias, definen el trabajo que Helena Cánovas está realizando durante su residencia en Fuga – Exploraciones Sonoras en Etopia, durante la cual esta joven compositora está realizando un relato artístico del Centro de Arte y Tecnología y su entorno.
Helena Cánovas nació en Tona, Barcelona, en 1994, y tras estudiar en el Conservatori Professional de Música de Vic (Emvic-Cmvic), se mudó a Zaragoza para estudiar Composición en el Conservatorio Superior de Música de Aragón. La residencia en Etopia, dentro del programa Fuga, está siendo para Helena un punto de inflexión; como músico, de formación bastante clásica, se enfrenta ahora a varios retos: por un lado, trabajar con el audiovisual, y por otro, colaborar con otros artistas explorando la composición desde un tratamiento muy diferente al clásico, pensando la música alejada de la partitura.
Con estas premisas, y fascinada por el edificio de Etopia y su relación con los espacios, los barrios y las gentes que la rodean, Helena está trabajando desde septiembre de 2016 en un “retrato artístico de Etopia y su entorno”, desempolvando imágenes de los archivos históricos que muestran el desarrollo de los barrios colindantes, Delicias y Almozara, desde un pasado semirural hasta el momento actual, con Etopia como frontera y punto de unión entre ambos barrios.
Además de bucear en la historia, Helena utiliza también otras herramientas como la captura de imágenes actuales, las grabaciones de campo, las voces de los vecinos y el acento maño; herramientas que trata como elementos compositivos, con un propósito musical, en lugar de documental. El acento de las voces, el ritmo y cadencia de los sonidos recogidos alrededor del edificio, son sus instrumentos con los que componer su obra.
En estos momentos, el proyecto de Helena está en un estado abierto, que poco a poco va cogiendo forma en los cuadernos y el ordenador de Helena, enriquecido por las experiencias que la artista está recogiendo el entorno del centro, en el barrio e indagando en la historia. El proyecto también se enriquece del acompañamiento que llevan a cabo Eduardo Pérez y Santiago Latorre de FUGA y del contacto con anteriores residentes, John Bence y Koreless (Lewis Edwards) y por su participación en otras actividades de Fuga, como la estancia de Ashley Paul, con la que también colaboró.
Encontrarse con artistas tan diferentes y poder acercarse a la composición de una forma más exploratoria, sin estar sujeta a los códigos de la partitura y el pentagrama, sino desde el sonido concreto, ha sido otra de las puertas que se han abierto para Helena con esta estancia.
El resultado de esta residencia se mostrará a lo largo de 2017, ya que Helena continuará como residente en Etopia durante los primeros meses de 2017. Será entonces el momento de conocer cómo la investigación de Helena se ha transformado en una pieza audiovisual y musical. Y descubriremos, con ella, cuál es el sonido de Etopia.
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