La coreógrafa y bailarina Manon Duquesnay ha sido la primera de las residentes de la edición de 2019 del Laboratorio de Danza y Nuevos Medios, una actividad que forma parte del proyecto smARTplaces. Durante marzo y abril ha trabajado en su solo ‘Ode to you’ con la estudiante de filosofía Arantza Enriquez y la estudiante de Ingeniería Electrónica Claudia Gonzalo, de la Universidad de Zaragoza. También ha colaborado con el video artista John Collingswood, co-organizador del Oulu Dance Hack, que viajó desde Finlandia con el apoyo de la candidatura de la ciudad escandinava a Capital Europea de la Cultura en 2026. Horas antes de la presentación de su ‘work-in-progress’ el pasado 29 de abril entrevistamos a Manon y John para saber más sobre las colaboraciones artísticas, el intercambio cultural y trabajar con nuevos medios en las artes escénicas. Entrevista: Isabel Cebrián*
Uno de los principales retos del Laboratorio de Danza y Nuevos Medios es poner en relación a diferentes disciplinas. Has estado trabajando con una filosofa (Arantza) y una ingeniera (Claudia). ¿Cómo ha sido su contribución al solo?
El solo ‘Ode to you’ trata sobre la bipolaridad en relación con el temperamento artístico. He tenido algunas experiencias con esto, no personalmente, sino con personas que viven con esta característica. Luego comencé a leer e investigar sobre la bipolaridad y descubrí que hay mucho material que la relaciona con la creación artística. Aunque había estado leyendo mucho, no había encontrado mis fuentes. Así que comenzamos un intercambio de correos electrónicos y, desde que llegué, nos hemos reunido regularmente y hemos estado hablando mucho.
Arantza tiene una gran biblioteca en su cabeza, y en su casa, y me ha dado mucha más perspectiva sobre este tema, no solo en la relación entre la bipolaridad y el temperamento artístico, sino en todo el tema de la locura. Es algo que muchos filósofos han estado tratando durante siglos y ella me dio un espectro mucho más amplio y también me hizo algunas preguntas muy certeras que señalaban aspectos clave como “¿Qué estás haciendo?”, “¿Qué significa para ti?” y “¿Por qué lo estás compartiendo?”, para que yo pudiera incluir esas respuestas en la evolución de mi pieza.
Arantza tiene una gran biblioteca en su cabeza y me ha dado mucha más perspectiva sobre el tema de la locura, que muchos filósofos han tratando durante siglos, y me ha hecho preguntas muy certeras que señalaba a aspectos clave de lo quiero contar y expresar
Entonces el proceso con Arantza funcionó bastante bien. ¿Qué pasó con el equipo de ingeniería? ¿Tuviste la sensación de estar hablando diferentes idiomas?
Con Claudia nos hemos estado reuniendo regularmente, ella me ha mostrado lo que ha estado investigando y creando como parte de su trabajo final para obtener su título, y luego estoy tratando de entender las posibilidades de los dispositivos y cómo pueden amplificar o aportar algo a la actuación. Pero como ella está trabajando con soluciones de sincronización, arreglos y soluciones muy diferentes para su dispositivo, no hemos podido trabajar “en vivo” sino en diferentes etapas. Hoy (durante la actuación) será la primera vez que probaremos de manera real lo que habíamos imaginado… y probablemente se necesite más trabajo hasta llegar a donde queremos.
Empezaste a trabajar sola en esta pieza, y John se involucró en el proyecto por correo electrónico, y antes de reuniros en Zaragoza durante unos días. ¿Me puedes contar más sobre esta colaboración?
Manon: Creo que ha sido un buen momento para trabajar con Arantza, la estudiante de filosofía, y Claudia, la estudiante de ingeniería, pero provienen de diferentes campos, así que he sido yo la que ha aportado siempre el punto de vista más artístico. Y entonces llegó John y ese fue el momento perfecto para dar vida a lo que quería hacer en el escenario, con la experiencia de John. También me gusta la forma en que John expresa lo que está pensando, con mucha apertura para encontrar una solución. John: Ha sido muy fácil trabajar contigo. No siento que he venido para ayudarte a adaptar tu trabajo para esta presentación, sino a aportar mi experiencia con algunos otros trabajos anteriores, y la colaboración se ha ajustado bastante bien.
Incorporar nuevos medios y tecnología a una pieza de danza es una manera de reforzar las ideas que el coreógrafo o bailarín desea expresar. John, ¿cómo crees que, en este caso, lo multimedia aporta a la pieza?
John: Cuando llegué a la pieza, Manon estaba recolectando videos que se relacionaban con el tema de la pieza. Esos paisajes e imágenes muestran cómo las personas bipolares experimentan sus emociones más intensamente. Lo que traté de hacer es tratar de encontrar el equilibrio entre diferentes cosas. Eso es realmente importante cuando se tiene un video en el escenario y una actuación al mismo tiempo: la audiencia necesita encontrarlos equilibrados y no sentirse demasiado atraídos hacia la pantalla; necesitan entender rápidamente la imagen para después olvidarse de ella y profundizar en la complejidad de la actuación en vivo del bailarín en el escenario.
Además, tuvimos que encontrar la estructura de lo que está haciendo Manon, porque su pieza es improvisación, es muy somática. Ella está tratando de traer emociones al cuerpo y tener demasiadas anclas en el video la distrae, así que estoy tratando de encontrar ese equilibrio entre la experiencia de la audiencia y la relación de Manon con el cuerpo y los sentimientos. El público, la actuación y los nuevos medios forman una ecuación delicada. Como artista de video, me he ido dando cuenta de que la creación de videoproyecciones para artistas y bailarines los encajona en algo fijo, por lo que ahora trato de abordar diferentes formas en las que el video o el sonido pueden responder al baile y permitir que todo se improvise más desde el punto de vista técnico.
la tecnología y el movimiento deben desarrollarse en el mismo lugar al mismo tiempo, porque ingenieros y bailarines hablan diferentes idiomas y todos deben estar en la misma sala para comprenderse entre sí y poder comunicarse y entenderse completamente…
Desde tu experiencia en el apoyo a artistas, ¿cuál es el mayor desafío de trabajar con la danza y los nuevos medios?
John: Mi filosofía es que la tecnología y el movimiento deben desarrollarse en el mismo lugar al mismo tiempo, porque ingenieros y bailarines hablan diferentes idiomas y todos deben estar en la misma sala para comprenderse entre sí y poder comunicarse y entenderse completamente… pero eso rara vez sucede. Así que la siguiente opción es trabajar con personas que tienen una mentalidad abierta y que no son muy celosas sobre las cosas que han estado creando, que no traen a la mezcla algo que está ya cerrado. Deben ser flexibles, responder a otros colaboradores y hacer que todos se sientan parte del trabajo para crear una pieza que tenga honestidad e integridad.
¿Y cuál es la parte más exitosa y gratificante de este tipo de colaboración multidisciplinar?
Manon: Tiene que ver con poder llegar con tus ideas y verlas transformarse en algo real, concreto, darte cuenta de que algo que te habías preguntado si era posible está sucediendo … Tal vez no exactamente como lo habías imaginado, sino incluso mejor porque no conocías todas las posibilidades del campo o medio que en el que trabaja la otra persona. John: Y también esa sensación de traer algo al equipo y llevarte cosas todo el rato, de aprender constantemente. Te das cuenta de que estas colaboraciones son muy fructíferas sobre todo cuando trabajas con personas que no tienen tus mismos referentes, o que vienen a otro país para trabajar como parte de un equipo. Estar en un entorno diferente y no tener los mismos significantes culturales te hace aprender mucho y es realmente gratificante.
*Isabel Cebrián es periodista y gestora cultural. Desde 2016 colabora con Etopia como asistente de proyectos y es parte del equipo del Laboratorio de Danza y Nuevos Medios.