Una instalación sonora inmersiva de cerámicas creadas junto a una inteligencia artificial

Cantus / Discantus es un proceso de investigación que se ha desarrollado en parte durante la residencia de Coco Moya en Etopia. Propone un recorrido por los procesos, materiales y formas con las que ha trabajado, alrededor de la idea de polifonía más allá de lo humano. Un coro de voces terráqueas donde cada pieza escultórica es una boca que canta.

El proceso de Cantus / Discantus se basa en un diálogo entre la voluntad de la artista y la inteligencia artificial, el barro y la levadura, delegando así la autoría en un formato coral que excede lo humano.  Esta idea de cabeza que canta, de persona (ser que suena), de personaje o máscara, es el símbolo de esa necesidad de encontrar puntos de contacto, superficies vinculantes entre lo interno y lo externo, que se hinchan y se deshinchan. Cabezas-estómago que procesan, devuelven, incorporan y reagrupan los materiales.

Si todo arte se hace para un pueblo que no existe todavía, dicen Deleuze y Guattari, este es un canto que canta a un lugar que no existe todavía. Una des-territorializacion radical, en permanente apertura, nacimiento y por tanto también de muerte -un canto de nana y réquiem-, un lugar donde todo comienza y acaba todo, en esa piel porosa, cóncava, convexa, cueva.

El proceso de investigación se divide en tres ramas. Primero, haciendo los bocetos con varias inteligencias artificiales de generación de imagen. Por otro lado experimentando con los materiales, mezclando porcelana con levadura. Y, por último, el canto polifonico pirenaico como estructura de relación con el entorno. Se muestran estos tres procesos más como una búsqueda en marcha que como un proceso acabado, para contar la potencialidad de esta metodología interdisciplinar que hibrida lo artesano y la fabricación digital, lo sonoro con lo háptico, que no se sabe si viaja a la prehistoria o a la posthistoria.

Se entrelaza así una imaginación colectiva, que aglutina voces de muchos otros, para devolvernos como un oráculo una visión especulativa del mundo “que podría ser”. El reflejo de un subconsciente colectivo polimórfico, mutante, extraño… Repelente y atrayente al mismo tiempo. Un incómodo poder blando, psicodélico pero sensible, donde cada bulto ambiguo, cada hueco, cada superficie cóncava y convexa excita nuestra imaginación estético- mística.