Robots-insectos como alerta de la sociedad 
de consumo y la extinción de las especies

12 de diciembre de 2022
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El realizador audiovisual, artista sonoro y profesor Miguel Aparicio acaba de realizar en Etopia una singular residencia, que deja como resultado un conjunto de pequeños robots-insecto, creaciones artísticas armadas a partir de los diminutos componentes de móviles antiguos o reciclados que emiten sonidos artificiales emulando el zumido de las abejas y otros insectos voladores.

Fonópteros es el título de este proyecto que parte de dos grandes premisas, “la idea de un modelo económico basado en el consumo”, explica Aparicio, y de ahí recurrir a la tecnología obsoleta y ya desechada, y por otro, la repercusión que estos patrones económicos tienen en la extinción de los insectos y de la biodiversidad en general. Una de las consecuencias del cambio climático y del uso indiscriminado de pesticidas es la merma de las  poblaciones de abejas, entre otras especies, que hacen peligrar los procesos de polinización incidiendo en las producciones agrícolas. ¿Qué sucederá cuando ya no haya insectos? Reflexiones puestas sobre la mesa bajo un prisma de cierta “parodia respecto a la tecnología como solución a todos los problemas que plantea esta crisis del sistema”, explica el creador.

El resultado final de la instalación podrá verse en Etopia en una exposición en primavera. Entre 50 y 100 mini-altavoces crearán un espacio de sonido inmersivo que imitará la naturaleza, y en el que un ordenador central controlará los sonidos en el espacio, su volumen y distribución. Una instalación de la que brotan infinidad de sugerencias y planos de significado. La tematización, la tecnología, las especies en extinción, la economía circular, las segundas vidas… pero también “es importante el juego, el convertir una cosa que no teníamos previsto en otra, el potencial de transformación, y la experiencia como espectador a la hora de recibir los objetos”, destaca Aparicio.

Así, en este diminuto mundo animal robotizado Aparicio ha trabajado con distintos tipos de insectos, unos modelos iniciales ensamblados con altavoces de móviles que emiten un zumbido creado artificialmente por ordenador; otros que se desplazan, compuestos por la batería de un móvil y el motor de vibración sobre la cabeza de dos cepillos de dientes usados y otras piezas más complejas que requieren más soldadura de precisión y programación, como una libélula que mueve las alas en una ilusión de vuelo, sobre una base de perchas reutilizadas.

Para extender esta idea de juego, reflexión y tecnología efímera, la residencia ha implicado la realización de talleres para familias, para explorar las posibilidades de creación a partir de los fragmentos y partes de un viejo teléfono móvil, uno de tantos que se acumulan en nuestros cajones a lo largo de los años. Desmontarlo, abrirlo, despiezarlo, escrutar sus partes y después reutilizar altavoces, baterías, led, pantalla… y ver qué da sí, qué creaciones pueden resultar más en función de la creatividad que de la pericia manual.

Fonópteros, a través de lo artístico, abunda en el dilema de la humanidad de avanzar en un modelo económico extractivista y consumista a nivel global que está acabando con los recursos del planeta, o en buscar alternativas más humanizadas y sostenibles.

Miguel Aparicio, realizador audiovisual y artista sonoro, cuenta con una intensa trayectoria de proyectos audiovisuales de documentales y creación sonora y lenguajes de programación e interactividad con Max/Msp, Supercollider y Arduino. En la actualidad desarrolla un proyecto de realidad inmersiva con vídeo en 3D con olores.

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