La fabricación digital y analógica busca alternativas para salir de la crisis textil con propuestas de diseño innnovadoras y más sostenibles. Adaptabilidad, personalización, nuevos modelos de negocio y conocimiento abierto que Etopia está explorando en el ciclo de talleres Textil Lab. Conocemos las claves del diseño textil abierto con Camila Ríos, del proyectoOpen Textiles del Fablab Santiago.
El textil está en crisis. No es que vayamos a dejar de ir vestidos, ni que la producción de ropa vaya en declive. Más bien todo lo contrario. Nunca antes habíamos fabricado tanta ropa. La sobreproducción textil se está haciendo insostenible, desde un punto de vista medioambiental –es una de las industrias más contaminantes- y laboral.
A partir de la crisis nace la inquietud, desde diferentes espacios de fabricación digital e investigación abierta, de revertir esa lógica utilizando diferentes procesos que hagan el diseño textil más sostenible. Las técnicas que más se usan en los fablabs, como la impresión 3D, se utilizan cada vez más en el diseño de moda. También el corte laser sobre telas, que favorece métodos de diseño textil centrados en el ensamblaje, la electrónica aplicada al trabajo de la lana o la fabricación de marroquinería con biomateriales como la Kombucha. Son estas técnicas las que desde Etopia se están explorando en el ciclo de talleres Textil Lab de Etopia.
Un ciclo que arrancó con el taller Sin Costuras, impartido Camila Ríos, diseñadora y directora de Open Textiles, un grupo de investigación aplicada que experimenta desde el Fablab de Santiago de Chile y que recaló en Zaragoza para colaborar con la ESDA en el diseño de un programa formativo sobre esta temática. Para conocer más el trabajo de Open Textiles y este amplio campo del diseño, le hicimos esta entrevista durante su estancia en Etopia.
¿Por qué dices que la industria textil está en crisis?
El problema de la industria textil actualmente es que básicamente es una locura consumista. El retail quiere que no utilicemos la ropa, sino que la consumamos, como un chicle. El promedio de utilización de una prenda es cuatro veces, después se elimina, y eso nos está llevando a otros países se estén llenando de deshechos textiles y que ya no sepan qué hacer con ellos. Y eso también trae consecuencias en la fuerza de trabajo de la gente. Nosotros hemos decidido probar otros procesos productivos en la industria textil y ver qué cambia si nosotros nos convertimos no solo en consumidores, sino en prosumidores.
¿Cualquiera, aunque no tenga conocimientos de diseño textil, puede trabajar con estas técnicas?
De hecho, sí. El único punto que puede resultar más lento es aprender a usar algún programa de diseño vectorial, como Adobe Illustrator o Inkscape. Pero con unos conocimientos de diseño vectorial, cualquiera puede participar en el taller Sin Costuras. Nosotros planteamos que el consumidor sea también productor a la vez, porque la fabricación digital es relativamente fácil de hacer. El resultado solo depende de la creatividad y las ganas de crear de cada cual.
¿Cuáles son las ventajas de aplicar la fabricación digital al diseño y la confección de ropa?
Por un lado, la adaptabilidad. En el taller Sin Costuras trabajamos con ensambles, y eso permite transformar una misma prenda en muchas prendas; por ejemplo, una chaqueta larga, que se transforma en una chaqueta corta en función de mis necesidades y adecuarla, sacar partes de la prenda según la situación en que quiero usarla. Así no necesito tener siete chaquetas, sino tener una o dos y adaptarlas según el uso.
Y por otro lado, la personalización. De hecho, la fabricación digital no es una competencia directa de una fabricación en serie, porque en algunas circunstancias puede incluso puede ser más cara, pero te da otra serie de beneficios como la personalización, la posibilidad de hacer pequeñas adaptaciones. Por ejemplo, sobre un troquel, puedo hacer pequeñas adaptaciones sin grandes costes, no tengo que cambiar totalmente el troquel, que es carísimo. O fabricar accesorios con impresión 3D para personalizar una prenda.
Y si cada cual se puede fabricar su propia ropa, ¿hay negocio en esta forma de enfocar el diseño textil?
Por ejemplo, en el Fablab Santiago también se desarrolla el proyecto Maquinar.io, es un proyecto que hace algo muy interesante: convocar cada tres meses a diseñadores chilenos para que diseñen gracias a la asesoría el Fablab Santiago y estos diseñadores diseñan distintos productos y están a la venta a través de su canal web. Puedes comprar el producto listo y terminado, fabricado, o comprar los archivos y cortarlos en el fablab más cercano a tu casa.
Muestrarios desarrollados por Open Textiles
Pero el objetivo también es generar conocimiento abierto, ¿no?
Eso es. Nosotros queríamos compartir parte de nuestra investigación para que todas las personas que quieran experimentar tengan una base por la que empezar y no tengan que partir de cero como nos ocurrió a nosotros. Por eso en opentextil.io puedes encontrar una biblioteca con fichas de materiales, para generarte una biblioteca de muestras y todas las muestras escaneadas con los distintos parámetros y características para el corte laser.
