Una de las consecuencias del cambio climático y del uso indiscriminado de pesticidas es la alta mortalidad de las poblaciones de abejas que hacen peligrar el proceso de polinización y por tanto de la producción agrícola. ¿Cómo sería un enjambre de abejas o insectos voladores robóticos? Si se extinguen, ¿tendremos que inventarlos?

La presentación de este proyecto es una instalación de pequeños robots sonoros, que simulan el sonido de insectos voladores o abejas.

Para la instalación de utilizará mini altavoces (1-2 cm), reciclados de smartphones y se reproducirá un sonido artificial que imite, el sonido natural de zumbido de abejas.

Entre 50 y 100 mini-altavoces crearán un espacio de sonido inmersivo que imitará la naturaleza, de una forma tecnológica y artificial.

El espacio sonoro estará controlado por un procesador central (un ordenador) que, a través de algoritmos, podrá controlar los sonidos en el espacio, su movimiento, volumen y distribución. Pudiendo crear capas, texturas y espacialización, creando una composición algorítmica de sonido multicanal.

De la misma manera que un sonido individual de una abeja, y en este caso de estos insectos artificiales será pequeño, sin embargo la fuerza y volumen del sonido se alcanza en la colectividad, de esta forma, la capacidad de cambio y de transformación de la sociedad se alcanzará de manera colectiva.