El objeto del proyecto es la relación que se establece entre los cursos de agua y los habitantes dentro y alrededor de ellos. El curso de agua y el paisaje donde se ubica este se lee en múltiples niveles: geológico considerando la forma que toma el terreno en el lugar de investigación, aspectos morfológicos de animales y plantas, antropología e historia que caracterizan la zona y el estudio del agua como un constante elemento cambiante, siempre fluyente, principal fuente de cambio en el paisaje circundante.
Dependiendo del sitio de investigación el ambiente que rodea al curso de agua contiene elementos que hacen referencia a este y están en relación con él, en las altas montañas el deslizamiento del hielo es el inicio de un proceso de desmoronamiento de las rocas y esto genera riachuelos y arroyos, en terreno llano el la vía fluvial se ensancha, transporta sedimentos más delgados o se maneja en canales para las actividades agrícolas. En ambos casos el agua opera constantemente marcando el suelo y en tiempos prolongados lo hace cambiar visiblemente.
A medida que el suelo cambia debido al trabajo de erosión del agua, también cambia el espectro de seres vivos a lo largo del campo y, en consecuencia, los ecosistemas también varían. Entre los seres vivos de este paisaje el ser humano tiene un papel fundamental en esta investigación, esto se debe a la diferente relación que se da entre el hombre y el agua dependiendo de la forma en que se pueda aprovechar el cauce para trabajar y crear asentamientos estables para las personas, que desarrollan sus propias culturas en las ciudades que se configuran a orillas de los ríos.
El último punto considerado por la investigación es el patrimonio cultural creado por la imagen mental del río, este siempre divide dos partes de tierra y representa un obstáculo de ruta, es una fuente de provisión que permite a los hombres establecerse, es un no lugar de constante regeneración donde el agua da espacio a los rituales y lo sagrado, pero también amenaza con sus inundaciones.